El Consejo de Ministros del Gobierno español aprobó en febrero, la renovación del convenio con la UNESCO para mantener el Centro Internacional para las Reservas de la Biosfera Mediterráneas en el castillo de Castellet.
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El Centro Internacional UNESCO para las Reservas de la Biosfera Mediterráneas ha impulsado un estudio para recuperar el paraje natural del Delta del Ebro tras el temporal Gloria de enero de 2020.
La Fundación Abertis, además, ha buscado la complicidad de las administraciones públicas y de las entidades del territorio para lograr la vuelta a la normalidad de esta zona tan rica en biodiversidad.
Por su estratégica situación geográfica y por su relieve, el Delta del Ebro es un paraje singular que, en 2013, fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. La reserva abarca 368 hectáreas que van desde las dunas del Delta hasta el bosque de hayas del Retaule, uno de los más destacados del sur de Europa. El Delta es también uno de los humedales más importantes del Mediterráneo. Aunque no todo termina en el incalculable valor natural de la zona, el paso del río más caudaloso de España por las Terres de l’Ebre (Tierras del Ebro) ha condicionado, además, la cultura de su gente, la manera de entender la vida y su economía.
Solo así se puede entender el tremendo impacto que provocaron las tormentas del temporal Gloria en el territorio, con olas de hasta catorce metros de altura. El agua del mar entró hasta tres kilómetros tierra adentro, salinizando unos humedales que producen más del 90% del arroz del país y engullendo parte de la tierra del Delta. Las olas arrastraron plataformas de mejillones, el puerto fluvial de Deltebre fue muy castigado y el sector pesquero de la zona quedó gravemente herido.
Muchos nunca olvidarán este temporal que afectó al litoral del mediterráneo español y del sur de Francia entre el 20 y el 23 de enero de 2020. Sin embargo, la tormenta Gloria fue especialmente cruel en el Delta del Ebro. Esperemos que, con los resultados de la investigación y la implicación de las entidades y las administraciones públicas, las heridas puedan cicatrizar.
El Centro Internacional UNESCO para las Reservas de la Biosfera Mediterráneas ha impulsado un estudio para recuperar el paraje natural del Delta del Ebro tras el temporal Gloria de enero de 2020.
La Fundación Abertis, además, ha buscado la complicidad de las administraciones públicas y de las entidades del territorio para lograr la vuelta a la normalidad de esta zona tan rica en biodiversidad.
Por su estratégica situación geográfica y por su relieve, el Delta del Ebro es un paraje singular que, en 2013, fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. La reserva abarca 368 hectáreas que van desde las dunas del Delta hasta el bosque de hayas del Retaule, uno de los más destacados del sur de Europa. El Delta es también uno de los humedales más importantes del Mediterráneo. Aunque no todo termina en el incalculable valor natural de la zona, el paso del río más caudaloso de España por las Terres de l’Ebre (Tierras del Ebro) ha condicionado, además, la cultura de su gente, la manera de entender la vida y su economía.
Solo así se puede entender el tremendo impacto que provocaron las tormentas del temporal Gloria en el territorio, con olas de hasta catorce metros de altura. El agua del mar entró hasta tres kilómetros tierra adentro, salinizando unos humedales que producen más del 90% del arroz del país y engullendo parte de la tierra del Delta. Las olas arrastraron plataformas de mejillones, el puerto fluvial de Deltebre fue muy castigado y el sector pesquero de la zona quedó gravemente herido.
Muchos nunca olvidarán este temporal que afectó al litoral del mediterráneo español y del sur de Francia entre el 20 y el 23 de enero de 2020. Sin embargo, la tormenta Gloria fue especialmente cruel en el Delta del Ebro. Esperemos que, con los resultados de la investigación y la implicación de las entidades y las administraciones públicas, las heridas puedan cicatrizar.