En 2019, también en el marco de la colaboración con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se puso en marcha un programa para reducir la siniestralidad de los menores de las zonas más vulnerables de São Paulo y Rio de Janeiro (Brasil), en su camino a la escuela, hacia los centros sanitarios y en el resto de sus desplazamientos cotidianos.