La cantera de El Mèdol forma parte del conjunto arqueológico de Tarraco, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.
De hecho, buena parte de los monumentos de la capital Hispania Citerior (o Tarraconense) que forman parte del actual conjunto de Tarraco fueron construidos con piedras extraídas de El Mèdol. El monumento se encuentra cerca de Tarragona, muy próximo al área de servicio del mismo nombre en la autopista AP-7, y cuenta también con un acceso desde la carretera N-340.
En 2020, debido a las restricciones de movilidad, la cantera ha permanecido cerrada al público desde mediados de marzo hasta el último día de junio. Ello ha implicado un gran descenso del número de visitantes: de las 24.857 personas del año anterior, se pasó a 5.519 visitantes en 2020.
La cantera ha despertado el interés de diferentes tipos de visitantes —parejas (27%), grupos turísticos (26%), familias (22%), etc.— que pueden acceder al recinto de miércoles a sábado durante todo el año, si las circunstancias lo permiten. En cuanto a los grupos escolares, es lógico que experimentaran un fuerte descenso (solo el 3% del total de visitas), dado el cierre de los centros educativos por la pandemia durante el fin de curso 2019-20, y la suspensión de las salidas al inicio del curso académico 2020-21.
Los visitantes conocen el monumento gracias al Centro de Interpretación del área de servicio (un 29% de los casos) y gracias también a la información de las guías y la recibida en las oficinas de turismo (15%). La mejor noticia es que un número significativo de los interesados (24%) ya había estado en El Mèdol con anterioridad y, por tanto, repiten la visita.
A pesar del cierre de la cantera durante más de tres meses, los guías han continuado trabajando en la mejora del servicio, inspirándose en centros de interpretación similares, y también en la actualización de los protocolos. Además, han creado recursos digitales: por un lado, un cuestionario con respuestas binarias (verdadero/falso) y, por otro, un juego consistente en ordenar cronológicamente algunos episodios históricos. Ambos recursos están especialmente pensados para los más jóvenes y los visitantes escolares.
La cantera de El Mèdol forma parte del conjunto arqueológico de Tarraco, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.
De hecho, buena parte de los monumentos de la capital Hispania Citerior (o Tarraconense) que forman parte del actual conjunto de Tarraco fueron construidos con piedras extraídas de El Mèdol. El monumento se encuentra cerca de Tarragona, muy próximo al área de servicio del mismo nombre en la autopista AP-7, y cuenta también con un acceso desde la carretera N-340.
En 2020, debido a las restricciones de movilidad, la cantera ha permanecido cerrada al público desde mediados de marzo hasta el último día de junio. Ello ha implicado un gran descenso del número de visitantes: de las 24.857 personas del año anterior, se pasó a 5.519 visitantes en 2020.
La cantera ha despertado el interés de diferentes tipos de visitantes —parejas (27%), grupos turísticos (26%), familias (22%), etc.— que pueden acceder al recinto de miércoles a sábado durante todo el año, si las circunstancias lo permiten. En cuanto a los grupos escolares, es lógico que experimentaran un fuerte descenso (solo el 3% del total de visitas), dado el cierre de los centros educativos por la pandemia durante el fin de curso 2019-20, y la suspensión de las salidas al inicio del curso académico 2020-21.
Los visitantes conocen el monumento gracias al Centro de Interpretación del área de servicio (un 29% de los casos) y gracias también a la información de las guías y la recibida en las oficinas de turismo (15%). La mejor noticia es que un número significativo de los interesados (24%) ya había estado en El Mèdol con anterioridad y, por tanto, repiten la visita.
A pesar del cierre de la cantera durante más de tres meses, los guías han continuado trabajando en la mejora del servicio, inspirándose en centros de interpretación similares, y también en la actualización de los protocolos. Además, han creado recursos digitales: por un lado, un cuestionario con respuestas binarias (verdadero/falso) y, por otro, un juego consistente en ordenar cronológicamente algunos episodios históricos. Ambos recursos están especialmente pensados para los más jóvenes y los visitantes escolares.